TORREIRO
Instalación performativa presentada na Fundació Joan Miró
Cuando la guerra, la juventud se juntaba toda allí donde la casa de Vila, le llamaban A Picota, para hacer foliada. Llegó una época de la guerra que vino el hijo más viejo de Vicente con cuatro amigotes con la intención de limpiar ahí, matar a todos los que estaban en la foliada. La madre cuando llegaron, mandó a la hermana, María Antonia, a la Picota para que avisara a todos los que allí estaban que se fueran para sus casas.
Mientras la madre estaba friendo grasa, o aceite, no sé que era, y le dijo al hijo "¿Con que intenciónvenís?". A lo que el hijo respondió "Con la de limpiar A Picota". Ella los mandó sentar les puso la olla con el aceite hirviendo delante y dijo "Sientate allí y manda sentar a todos tus compañeros y si no os sentais y dejáis al pueblo tranquilo os frío la cara a todos”.
Mientras la madre estaba friendo grasa, o aceite, no sé que era, y le dijo al hijo "¿Con que intenciónvenís?". A lo que el hijo respondió "Con la de limpiar A Picota". Ella los mandó sentar les puso la olla con el aceite hirviendo delante y dijo "Sientate allí y manda sentar a todos tus compañeros y si no os sentais y dejáis al pueblo tranquilo os frío la cara a todos”.
Torreiro é un proxecto de instalación-performativa mediante o que busco reflexionar sobre unha historia que me contou unha veciña na cal me narraba que a mocidade da miña aldea ía ser matada durante unha foliada na época da guerra. Esta obra parte desta historia e do que supuxo para os veciños naquel momento pero tamén como o fomos herdandoas as novas xeneracións. Busco poder entender o pasado para poder entender o presente para así, entender a miña identidade. Desta maneira a práctica artística convertese no medio a través do que investigar sobre a importancia das vivencias comunitarias na creación identitaria individual e colectiva pero tamén como un método restaurativo frente á violencia e por elo de recuperación do que foi arrebatado.
“Torreiro”, é a palabra usada para definir os espazos de celebración das foliadas, esas festas onde se canta, toca e baila música tradicional gallega. Tomo ese “torreiro” buscando dotalo de voz. Quero que sexa ese espazo de A Picota (o torreiro onde tivo lugar a foliada da historia) o que fale e nos narre esa violencia. O “torreiro” convertese nun ser sentinte que reflexiona sobre as consecuencias sociais, emocionais e políticas do desarraigo e a perda que foi para eses polenses ter que fuxir del, para salvar a súa vida, fuxir del para non voltar.